lunes, 26 de septiembre de 2016

España es una (puta) mierda

Así con todas las letras y sin arrepentirme de mis palabras.

Quizá muchos no lo sepáis, pero ayer la Fiscalía volvió a pedir cárcel para César Strawberry alegando que pone en riesgo “la vida y la libertad de los ciudadanos”. Este hecho no sólo me parece un atentado contra la libertad de expresión que garantiza la Constitución si no que además es la enésima gota que colma el vaso, ya que vuelve a quedar patente que la justicia y los organismos oficiales siempre van en contra un mismo sector de la población. Dicho de otro modo, el Estado Español es aún más repugnante porque única y exclusivamente se dedica a perseguir las palabras y las opiniones que se lanzan de los sectores más cercanos a la izquierda.

Miremos el caso más de cerca. A César se le imputan delitos de odio, enaltecimiento del terrorismo y vejación a las víctimas por 6 tweets. Sin embargo ¿Cuantas veces habéis oído que se impute a miembros y simpatizantes de la extrema derecha por lanzar amenazas directas en los mismos medios, por vejar a las víctimas de los campos de concentración o por difundir que Francisco Franco fue el salvador de la patria y toda la masacre que cometió durante 40 años de dictadura fue buena? Os voy a ahorrar la búsqueda en internet. NUNCA.

Por ejemplo, este mismo fin de semana hemos presenciado una manifestación pro-fascista en la Plaza Mayor de Madrid para ensalzar la figura del golpista Millán Astray. Al tiempo, una manada de borregos impresentables en twitter amenazaban, insultaban y denigraban a todo aquel que criticaba la impunidad de la concentración. ¿Estaban las fuerzas de seguridad tomando nota de las amenazas procedentes de la ultra derecha? ¿Va a entrar la Fiscalía de oficio contra todas aquellas personas que lanzaron esos mensajes? La respuesta a estas dos preguntas es un rotundo NO.

Y voy más lejos. Recordáis cuando el cantamañanas de Federico Jiménez Losantos dijo textualmente “Veo a Errejon, a la Bescansa, veo a la Rita Maestre y me sale el monte, no el agro, el monte, si llevo la lupara disparo. Menos mal que no la llevo". La amenaza es patente y clara. Pero, ¿Se detuvo a esta persona? ¿Se le clausuró su programa de radio? ¿Acaso se censuraron sus palabras desde el Gobierno? ¿Se pensó que quizá sus palabras podrían alentar a alguno de sus locos seguidores a cometer tales actos?... Si en estas mismas líneas, dijera eso mismo del señor Losantos o lo hubiera dicho cualquier otra persona vinculada a la izquierda, os aseguro que mañana mismo estábamos declarando en el juzgado. ¿Por qué sus amenazas son menos graves que las mías?

Estos ejemplos no sólo me hacen pensar que existe una “caza” contra aquellos que pensamos de manera diferente a lo establecido. Me hace estar seguro que esa caza existe y es sistémica.

Por eso el caso contra Strawberry es aún más grave. Porque queda demostrada la beligerancia del Estado Español. Porque sistemáticamente se ataca y se demoniza a la izquierda. Porque no somos iguales en nuestros derechos y obligaciones, como decía Orwell en Rebelión en la Granja “Algunos son más iguales que otros”. Porque la ultra derecha campa a sus anchas sin que pase absolutamente nada. Porque, en definitiva, muchos de los que “mandan” son los hijos y los nietos espirituales del dictador. Dictador que momentos antes de morir nos dejó un horrible mensaje que todavía resuena en 2016 “Todo está atado y bien atado”. Y queda reflejado a la perfección en estos casos. España es el coto de la derecha y de continuar así dudo que muchos de nosotros lleguemos a sentir un ápice de cariño y respeto por esta tierra.

Jose Destruction


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